Graniglia / Historia
La marmetta en graniglia nace a finales del siglo XIX, probablemente producida por una comunidad de frailes residentes en San Severino Marche, al mismo tiempo que se inventaba el cemento, utilizado como aglutinante para las astillas obtenidas al triturar diversos tipos de mármol, luego prensadas en moldes.
Desde el punto de vista del diseño, las estadísticas y la estética, la marmetta en graniglia se inspira en los maravillosos suelos de “terrazzo alla veneziana” que se construían in situ y que aún adornan las villas más bellas de Italia. De hecho, la marmetta se puede considerar un “terrazzo alla veneziana preconstruido”.
Los ornamentos han sido determinantes en la valorización de los suelos en graniglia: cenefas, bordes y alfombras embellecen los fondos de color sólido. Estos adornos todavía se dividen en “florales” y “geométricos” según las dos corrientes culturales dominantes en ese momento: el estilo Liberty y el futurismo. Desde entonces, la marmetta garantiza, además de una calidad y dureza excepcionales, un valor estético notable, tanto que se utilizó para reemplazar los pavimentos de palacios de épocas anteriores, logrando magníficas realizaciones que hoy están protegidas por las Superintendencias de Bellas Arte.
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