En Olimpia, el “pronaos” del templo clásico (465 a.C.) tiene un piso decorado con piedras de río, una especie de “terrazzo veneciano”.

Se atribuye a la antigua Roma. El proceso griego de los pavimentos de cemento con cal fue perfeccionado en Italia. Con la evolución de estas “obras pacientes” a lo largo de los siglos, se toma conciencia de que no son y nunca podrán ser “pintura para la eternidad”, aunque ciertas obras del taller de las piedras duras de Florencia tienen una sofisticación tal que casi interpretan el orden pictórico. Las composiciones de pavimentos del siglo IX adquieren un carácter decorativo; la ubicación adecuada de estos magníficos pavimentos.
El mosaico “rústico”, en uso desde el siglo XVI al XVII, también estaba formado por relieve de grava y tenía sus antecedentes en la decoración clásica de nymphéums y fuentes. La combinación de piedras de colores para obtener adornos parece ser intemporal; Grandinetti, como siempre en su estilo, estudia profundamente el pasado, adoptando los logros históricos de los maestros de pavimentos y los presenta en un sentido evolutivo. La ubicación del pavimento Grandinetti presentado aquí es “inusual” por el valor que adquiere en cualquier tipo de decoración, ya sea minimalista o antigua, sobria o moderna.

Romanorum opus musivum, Art. OMA6.